miércoles, septiembre 23, 2015

Entre tu arte y mi arte

 Me llamo también… Hokusai y Christian

 ¿Quién es Hokusai? y te respondo sencillamente esta pregunta, ahora, pues es el autor de obras que sin dudar hallarás en el baúl de tu subconsciente. Bajo la ola de Kanagawa, por ejemplo, es una pintura que en cuanto la googles y la visualices, sabrás que ya rondaba entre el polvo de tus apreciaciones artísticas, por mucho que sean escazas. Es también una ventana hacia el mar, las olas, el monte fuji y personajes de  leyendas. Y aunque  la primera pregunta tiene como fin la orientación a la pregunta principal, lejana pero cierta, pregunto ¿Quién es Christian Peña? Si no has escuchado hablar de Christian peña, no te preocupes, eres del  más del 99% de la población que se está perdiendo el acontecer contemporáneo artístico (y este dato estadístico esta tomado de mi precisión contando datos inciertos, pero probables). Y debo de reconocer que no es cosa de mi basta erudición artística ─y por supuesto que es ironía─ el saber de lo que se hoy y que les comparto aquí. Christian dejó rastros de miga para quien se diga le guste, un poquito, la poesía. No seré complicado en este punto, pues de hecho comencé a notar en este nombre varias alusiones y reconocimientos alrededor de su trabajo. Así pues me tome a la tarea de buscar quien era este ganador del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2014, y otros, varios más. Me fue difícil encontrar su obra, a pesar de que me acerque a varias librerías en las cuales, se encontraban rondando sus pasos, contribuciones y creaciones. Por fin di con él, bajo pedido, claro. Mi dificultad en la búsqueda provocó en mi dos cosas, escepticismo para leerlo y ansiedad. Estos dos elementos, en una mala obra, hubiesen provocado un pésimo criterio y las ganas de releerlo como una hazaña imposible. La cruda verdad es que  si no me la pasó en este sencillo artículo lanzando menos rollo y más flores es porque no es mi estilo. Mi sorpresa es mucha, mi ensimismamiento con su obra es de dar pena, pues peña no ronda lejos de mi edad y ciertamente su obra invita al celo creativo. “Me llamo Hokusai” es el nombre de la obra a la que me acerque porque si, y en donde se puede identificar una generación. No exagero, y no veo razón para hacerlo. Hablo de una exposición de verso libre, de prosa propia e impropia capaz de transportarte a empatías vividas por este poeta atreves de otros artistas, explorando los grabados en xilografía o madera, los cuales son punto de partida para exploraciones hambrientas que van desde las noticias de un día en el hospital, la película con presagio, las memorias infantiles, las notas científicas y otras voces íntimas y arquetípicas. Me llamo… es la introducción, nada discreta, de variadas experiencias y de un experimento poético bien logrado. Este libro es una sorpresa, bella para variar.



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