¿Quién es Hokusai? y te respondo sencillamente esta pregunta, ahora, pues es el autor de obras que sin dudar hallarás en el baúl de tu subconsciente. Bajo la ola de Kanagawa, por ejemplo, es una pintura que en cuanto la googles y la visualices, sabrás que ya rondaba entre el polvo de tus apreciaciones artísticas, por mucho que sean escazas. Es también una ventana hacia el mar, las olas, el monte fuji y personajes de leyendas. Y aunque la primera pregunta tiene como fin la orientación a la pregunta principal, lejana pero cierta, pregunto ¿Quién es Christian Peña? Si no has escuchado hablar de Christian peña, no te preocupes, eres del más del 99% de la población que se está perdiendo el acontecer contemporáneo artístico (y este dato estadístico esta tomado de mi precisión contando datos inciertos, pero probables). Y debo de reconocer que no es cosa de mi basta erudición artística ─y por supuesto que es ironía─ el saber de lo que se hoy y que les comparto aquí. Christian dejó rastros de miga para quien se diga le guste, un poquito, la poesía. No seré complicado en este punto, pues de hecho comencé a notar en este nombre varias alusiones y reconocimientos alrededor de su trabajo. Así pues me tome a la tarea de buscar quien era este ganador del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2014, y otros, varios más. Me fue difícil encontrar su obra, a pesar de que me acerque a varias librerías en las cuales, se encontraban rondando sus pasos, contribuciones y creaciones. Por fin di con él, bajo pedido, claro. Mi dificultad en la búsqueda provocó en mi dos cosas, escepticismo para leerlo y ansiedad. Estos dos elementos, en una mala obra, hubiesen provocado un pésimo criterio y las ganas de releerlo como una hazaña imposible. La cruda verdad es que si no me la pasó en este sencillo artículo lanzando menos rollo y más flores es porque no es mi estilo. Mi sorpresa es mucha, mi ensimismamiento con su obra es de dar pena, pues peña no ronda lejos de mi edad y ciertamente su obra invita al celo creativo. “Me llamo Hokusai” es el nombre de la obra a la que me acerque porque si, y en donde se puede identificar una generación. No exagero, y no veo razón para hacerlo. Hablo de una exposición de verso libre, de prosa propia e impropia capaz de transportarte a empatías vividas por este poeta atreves de otros artistas, explorando los grabados en xilografía o madera, los cuales son punto de partida para exploraciones hambrientas que van desde las noticias de un día en el hospital, la película con presagio, las memorias infantiles, las notas científicas y otras voces íntimas y arquetípicas. Me llamo… es la introducción, nada discreta, de variadas experiencias y de un experimento poético bien logrado. Este libro es una sorpresa, bella para variar.
El blog culturalmente incorrecto. Gastronomía,Cine; Literatura, Teatro, poesía. Podcast cultural.
miércoles, septiembre 23, 2015
Entre tu arte y mi arte
Me llamo también… Hokusai y Christian
¿Quién es Hokusai? y te respondo sencillamente esta pregunta, ahora, pues es el autor de obras que sin dudar hallarás en el baúl de tu subconsciente. Bajo la ola de Kanagawa, por ejemplo, es una pintura que en cuanto la googles y la visualices, sabrás que ya rondaba entre el polvo de tus apreciaciones artísticas, por mucho que sean escazas. Es también una ventana hacia el mar, las olas, el monte fuji y personajes de leyendas. Y aunque la primera pregunta tiene como fin la orientación a la pregunta principal, lejana pero cierta, pregunto ¿Quién es Christian Peña? Si no has escuchado hablar de Christian peña, no te preocupes, eres del más del 99% de la población que se está perdiendo el acontecer contemporáneo artístico (y este dato estadístico esta tomado de mi precisión contando datos inciertos, pero probables). Y debo de reconocer que no es cosa de mi basta erudición artística ─y por supuesto que es ironía─ el saber de lo que se hoy y que les comparto aquí. Christian dejó rastros de miga para quien se diga le guste, un poquito, la poesía. No seré complicado en este punto, pues de hecho comencé a notar en este nombre varias alusiones y reconocimientos alrededor de su trabajo. Así pues me tome a la tarea de buscar quien era este ganador del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2014, y otros, varios más. Me fue difícil encontrar su obra, a pesar de que me acerque a varias librerías en las cuales, se encontraban rondando sus pasos, contribuciones y creaciones. Por fin di con él, bajo pedido, claro. Mi dificultad en la búsqueda provocó en mi dos cosas, escepticismo para leerlo y ansiedad. Estos dos elementos, en una mala obra, hubiesen provocado un pésimo criterio y las ganas de releerlo como una hazaña imposible. La cruda verdad es que si no me la pasó en este sencillo artículo lanzando menos rollo y más flores es porque no es mi estilo. Mi sorpresa es mucha, mi ensimismamiento con su obra es de dar pena, pues peña no ronda lejos de mi edad y ciertamente su obra invita al celo creativo. “Me llamo Hokusai” es el nombre de la obra a la que me acerque porque si, y en donde se puede identificar una generación. No exagero, y no veo razón para hacerlo. Hablo de una exposición de verso libre, de prosa propia e impropia capaz de transportarte a empatías vividas por este poeta atreves de otros artistas, explorando los grabados en xilografía o madera, los cuales son punto de partida para exploraciones hambrientas que van desde las noticias de un día en el hospital, la película con presagio, las memorias infantiles, las notas científicas y otras voces íntimas y arquetípicas. Me llamo… es la introducción, nada discreta, de variadas experiencias y de un experimento poético bien logrado. Este libro es una sorpresa, bella para variar.
¿Quién es Hokusai? y te respondo sencillamente esta pregunta, ahora, pues es el autor de obras que sin dudar hallarás en el baúl de tu subconsciente. Bajo la ola de Kanagawa, por ejemplo, es una pintura que en cuanto la googles y la visualices, sabrás que ya rondaba entre el polvo de tus apreciaciones artísticas, por mucho que sean escazas. Es también una ventana hacia el mar, las olas, el monte fuji y personajes de leyendas. Y aunque la primera pregunta tiene como fin la orientación a la pregunta principal, lejana pero cierta, pregunto ¿Quién es Christian Peña? Si no has escuchado hablar de Christian peña, no te preocupes, eres del más del 99% de la población que se está perdiendo el acontecer contemporáneo artístico (y este dato estadístico esta tomado de mi precisión contando datos inciertos, pero probables). Y debo de reconocer que no es cosa de mi basta erudición artística ─y por supuesto que es ironía─ el saber de lo que se hoy y que les comparto aquí. Christian dejó rastros de miga para quien se diga le guste, un poquito, la poesía. No seré complicado en este punto, pues de hecho comencé a notar en este nombre varias alusiones y reconocimientos alrededor de su trabajo. Así pues me tome a la tarea de buscar quien era este ganador del Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2014, y otros, varios más. Me fue difícil encontrar su obra, a pesar de que me acerque a varias librerías en las cuales, se encontraban rondando sus pasos, contribuciones y creaciones. Por fin di con él, bajo pedido, claro. Mi dificultad en la búsqueda provocó en mi dos cosas, escepticismo para leerlo y ansiedad. Estos dos elementos, en una mala obra, hubiesen provocado un pésimo criterio y las ganas de releerlo como una hazaña imposible. La cruda verdad es que si no me la pasó en este sencillo artículo lanzando menos rollo y más flores es porque no es mi estilo. Mi sorpresa es mucha, mi ensimismamiento con su obra es de dar pena, pues peña no ronda lejos de mi edad y ciertamente su obra invita al celo creativo. “Me llamo Hokusai” es el nombre de la obra a la que me acerque porque si, y en donde se puede identificar una generación. No exagero, y no veo razón para hacerlo. Hablo de una exposición de verso libre, de prosa propia e impropia capaz de transportarte a empatías vividas por este poeta atreves de otros artistas, explorando los grabados en xilografía o madera, los cuales son punto de partida para exploraciones hambrientas que van desde las noticias de un día en el hospital, la película con presagio, las memorias infantiles, las notas científicas y otras voces íntimas y arquetípicas. Me llamo… es la introducción, nada discreta, de variadas experiencias y de un experimento poético bien logrado. Este libro es una sorpresa, bella para variar.
martes, septiembre 15, 2015
Pelibro: Virgen María llévate a Putin…
Pelibro: Virgen María llévate a Putin…
Luis de reyes
@Unpoemaundia
Poco sabia de aquel revuelo social que se desató por un
grupo musical de nombre pussy riot, quienes a manera de artistas activista y
con un estilo punk dijeron lo que no se debía decir─ y con esto quiero decir que
dijeron: lo que se tenía que decir. Tres mujeres: Masha, Nadia y Katia tomaron
con seriedad el papel de ciudadano libre y pensante que pocos llegan a
comprender del todo, y menos aún en comprometer. Rusia y un presidente; por
cierto, muy parecido al mexicano, elevaron a nivel social lo que bien pudo
haber terminado a nivel judicial y administrativo. Este gran error desató, no sólo,
un montón de críticas a nivel global sino que también abrió muchos ojos de
partidarios conservadores incapaces de entender el atropello a los derechos
humanos y a la libertad de expresión por parte de su gobierno.
En un documental del
2013 los directores Mike Lerner y Maxim Pozdorovkin logran retratar lo que fue
un circo judicial, en el cual, prácticamente, podemos ver una acusación del
estado a tres mujeres por el delito de blasfemia, aunque disfrazado de artimañas
sacadas de los rincones torpes de la decadencia legal rusa. Se recogió en seis
meses un material único y transparente, que nos deja ver el origen mismo de
feminismo de estas mujeres y su inocencia, nada torpe, de creer en la oración
religiosa ─poco convencional─ como intercesora del acontecer social, político.
El retrato es de padres alentadores, preocupados sí, pero orgullosas de sus
fuertes hijas. También se percibe sin ningún esfuerzo la intolerancia del
patriarcado religioso quien se manifiesta desvergonzadamente como manipulador
de masas e incitador, el sí, al odio. Hay escenas difíciles de asimilar, por
ejemplo, cuando se graba a uno de los
padres ortodoxos y postula su rechazo total ante las brujas, las arpías, el
enemigo nacional. Se nota a un estado represor y manipulador. También, se mira
claramente a estas mujeres asustadas por el porvenir, pero nunca arrepentidas
de haber levantado la voz.
Por otra parte el libro que me llego a las manos, y el
cual fue el primer incitador a conocer
de este colectivo, lleva como nombre “Desorden púbico”. Este libro fue traído a
los hispanohablantes por la editorial MALPASO y es una compilación de “Feminist
press” donde se reúnen documentos complementarios y relevantes del caso pussy riot. La mayoría de los documentos
tiene su sentido de ser, sin embargo, mentiría si dijera que en todo el
conjunto no hay desperdicio. L o impresionante, lo fuerte del libro recae en
las cartas escritas por el trio femenino, los alegatos de los abogados y las
cartas desde prisión, pues bien, son un manifiesto sincero y hasta brillante de
la motivación que nada tiene que ver con el odio y la animosidad.
La banda punk se convirtió en un símbolo. Se convirtió en
una llama prendida. Muchos debemos conocerlas y entender el fondo de las
acciones que crearon su estrellato, para que así no sea uno mediático. Estas
jóvenes mujeres tienen fundamento en sus palabras y fuerza en sus voces y lo
que provocaron no debe de apagarse con el tiempo.
Para adentrarse les dejo la liga del documental en youtube.
http://malpasoed.com/tienda/es/cultura-popular/22-desorden-pubico-una-plegaria-punk-por-la-libertad-de-expresion-9788415996040.html
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